lunes, 14 de marzo de 2016

Perseguidos en su propio hogar.

National Geographic. Septiembre 2013.

Leones de Serengeti. Conservación de leones. Una lucha diaria por la supervivencia.

Los leones son los dueños de la sabana salvaje y suponen una amenaza para la agricultura y la ganadería. El avance de la civilización humana ha llevado a su declive quedando solo África como su bastión. Increíblemente dentro del territorio africano, han disminudo en un 80%. Las principales causas de ello son: la pérdida y fragmentación del hábitat, la caza furtiva de sus presas, trampas para cazar otras especies, desplazamiento de sus presas habituales como consecuencia de la expansión ganadera, enfermedades, lanceamiento o envenenamiento como respresalia por las pérdidas de animales domésticos o los ataques a los humanos, rituales (como en el caso de los masais) y la caza deportiva.

Los leones africanos habitan un archipiélago de refugios insulares y varias de esas poblaciones aisladas podrían extinguirse en un futuro próximo. Según Craig Packer la mejor medida para su protección es vallar los bastiones para reducir el acceso ilegal de pastores con su ganado y de cazadores furtivos.

La caza deportiva también es un tema controvertido. ¿Contribuye al declive de las poblaciones por la práctica excesiva e irresponsable? ¿O es eficaz para sacar provecho económico de los leones y aportar así ingresos a las economías locales y nacionales con una gestión sostenible? Existen abusos y casos de corrupción en los permisos de caza, mientras en algunos lugares los efectos de una prohibición de la caza serían nefastos; por tanto existen discrepancias notables.

Los huesos de los leones cazados legalmente en Sudáfrica se exportan, sobre todo a Asia, para la medicina tradicional. Como solo quedan unos miles de tigres en libertad, la demanda de huesos de león va en aumento.

Existen en el sur de Kenya los llamados “Guardianes de leones”, guerreros masais que vigilan a los leones para avisar a los ganaderos, la mayoría se dedicaron en su día a la caza de leones y ahora los protegen.

En resumen, la conservación de los leones es un asunto complejo que debe traspasar las fronteras nacionales y los oceános y abarcar todas las disciplinas académicas para hacer frente a un mercado global que sueña con la vida salvaje.




Elefantes pintados. La realeza india, tanto la hinduita como la musulmana.

En el Festival del Elefante de Jaipur, en Rajastán los elefantes se pintan con pigmentos de vivos colores y se visten con las mejores galas. El festival se suspendió porque varios grupos de defensa de los animales expresaron su preocupación por el trato que se les daba. Sin embargo, el hecho de que los elefantes sean venerados por los indios ha contribuido siempre a su conservación.

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NATIONAL GEOGRAPHIC. Marzo 2007.

Los últimos elefantes de Chad. La Guerra del Marfil.


Mientras los furtivos matan a algunos de los últimos elefantes de África Central para extraerles los colmillos, un refugio en Chad les ofrece cobijo: El Parque Nacional de Zakouma. Mientras dentro del parque los ejemplares consiguen aumentar su número de 1.100 a 3.500 en los últimos 21 años; fuera del parque su número disminuye notablemente porque se ven expuestos a su caza para obtener marfil de sus colmillos; mientras en la década de 1970 había una población de 300.000 elefantes, ahora solo quedan 10.000 ejemplares en la región. En la estación seca el Parque de Zakouma cuenta con mayor número de elefantes, pero sus escasos 3.000 km hacen a los elefantes abandonarlo cuando termina esta época quedando totalmente desprotegidos. 
                                        
La situación de este parque es muy tensa, el control de furtivos es una tarea muy peligrosa y solo se autoriza a los guardias a matar si se ven atacados por los furtivos, no obstante, en la práctica conviene ser el primero en apretar el gatillo. En ocho años los furtivos mataron a seis guardias, y los guardias al menos a seis furtivos, en una lucha constante.
                              


Cuando los furtivos huyen, los guardias cogen el marfil de los animales muertos y lo almacenan bajo llave en la sede central; mientras que el marfil que obtienen los furtivos es llevado o bien a capitales regionales como Jartum o Douala donde se vende en forma de joyas o figuras esculpidas, o bien llega a Asia por una red de traficantes del mercado negro.



NATHIONAL GEOGRAPHIC. Diciembre 2011.

Llanto por el tigre.

“Disponemos de los medios para salvar al felino más poderoso de la Tierra. Pero, ¿tenemos la voluntad de hacerlo?” En un futuro próximo los felinos pasaran a ser una especie “rara” o “amenazada”. En el siglo XXI, los tigres en libertad están al borde del exterminio.

Los enemigos de este felino son bastante famosos: la pérdida de hábitat, reforzada por el estallido demográfico; la pobreza,  que incita a la caza ilegal de estos animales, y sobre todo el tráfico ilícito de diferentes partes del cuerpo del tigre en países asiáticos, como China.

Pero las medidas tomadas para la defensa y amparo del tigre son bastante menos famosas que las anteriores.

Se considera que la población de tigres, extendida por 13 países asiáticos, es de unos 4.000 individuos. Las primeras medidas para la defensa de estos animales, data del año 1969. En aquel entonces la población de tigres era prácticamente el doble de la actual. Estas medidas fueron anunciadas por muchos medios, y mucha gente ofreció donaciones para la ayuda de estos felinos, pero esto sólo consiguió que el número de tigres disminuyera a la mitad.



En la India se encuentra el 50% de los tigres salvajes de todo el mundo. El censo realizado en 2010 muestra un máximo de 1.909 especímenes en el país, que sería un 20% más que la estimación anterior. Pero a pesar de esta buena noticia, los expertos creen que la mejora no es respecto a las medidas para proteger al tigre en extinción, si no a una mejora en la realización del censo.

Ranthambore es un antiguo coto privado de caza, correspondiente a los marajás de Japiur. Ésta reserva tiene 282 kilómetros cuadrados, y está rodeada por un muro, que separa Ranthambore de unas grandes colinas boscosas que aún contienen ruinas pertenecientes a los marajás.  En la India estaba permitido la caza de tigres hasta los años 70. Ejecutar a este gran animal costaba a penas cien rupias, que serían unos dos dólares. En 1973 este antiguo coto se convirtió en una de las primeras reservas del Proyecto Tigre en la India.


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