lunes, 29 de febrero de 2016

Caza ¿deporte o crueldad?

Primero debemos diferenciar entre la caza legal y la caza furtiva que no obedece a ninguna ley, y aún así los límites que establece la ley son en muchas ocasiones sobrepasados causando sufrimientos y largas agonías a los animales cazados o con esa acción tan cruel de colgar a los galgos que ya no sirven para la caza.

Muchos cazadores se justifican defendiendo la caza como un deporte necesario para controlar y poder mantener a raya a la naturaleza, saber imponer quien manda y quien tiene el poder en la lista de depredadores. Ahora bien, en los deportes de equipos enfrentados nos encontramos siempre dos grupos en igualdad de condiciones, pero en la caza solo encontramos a aquellos que persiguen y aquellos que huyen de la muerte sin poder defenderse de otra manera,

No podemos decir que los cazadores se cobren sus víctimas a la primera y en algunas ocasiones la mala puntería puede causar heridas graves, pero no tanto como para impedir al animal un último esfuerzo de huida. Es cierto que este animal logrará escapar, pero terminará muriendo en libertad.

¿Qué consecuencias tendría la caza furtiva?

En ocasiones los cazadores se olvidan y rechazan los límites de la ley poniendo en peligro el equilibrio ecológico del ecosistema y la supervivencia de las especies amenazadas. He aquí algunos de los ejemplos que ponen de manifiesto este hecho:

  • Hembras preñadas y crías: no debería hacer falta explicar las trágicas consecuencias de esto para las especies matando no solo a un animal, si no a las esperanzas de vida de su especie en próximas generaciones.
  • Especies protegidas: de este modo contribuyen a terminar con la extinción que las leyes intentan evitar, en algunos casos como hemos visto con los elefantes en otra entrada del blog para conseguir marfil, en otros para conseguir pieles y en otros simplemente para quedarse sus cabezas como trofeo.
  • Machos dominantes: que en muchos casos son los que controlan las manadas.
  • Pérdida de vertebrados: la caza furtiva ha provocado la extinción de más de 300 especies de invertebrados.
Los cazadores furtivos actualmente se organizan en mafias sin escrúpulos que en muchas ocasiones son capaces de atentar contra la vida de aquellos humanas que tratan de defender a las víctimas. Están bien organizadas por lo que la única forma de "darles caza" es adelantándose a sus movimientos. 
Para terminar con la caza furtiva hay que tener en cuenta demasiados factores ya que suele darse en países con altos índices de pobreza y se utiliza como medio para conseguir dinero.

En resumen, la caza furtiva debería perseguirse sin cesar y la caza legal debería estar más controlada para evitar daños paralelos como lo que ocurre con los galgos que son ahorcados por sus dueños como castigo por no haber conseguido buenos trofeos de caza en la temporada. Estos animales pueden pasar una semana agonizando hasta que terminan muriendo cansados de intentar librarse ya que les dejan tocando el suelo con la punta de las patas, mueren finalmente de deshidratación, hambre y agotamiento y terminan su agonía ahorcados.

En España la principal asociación que defiende los derechos de los animales ene ste ámbito es el SEPRONA que ha sido galardonado recientemente por La Federación de Caza de Castilla-La Mancha cuyo presidente afirmaba que  el trabajo que presta el Seprona para garantizar el cumplimiento de las disposiciones que tienen a la conservación de la naturaleza, el medio ambiente y la caza es muy valorado por la sociedad.

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